miércoles, 28 de diciembre de 2011

~ RHS 2~ (BJ's Fanfic)

~ Capítulo O.8 / 3 2 ~

(  N a r r a  A u d r e y  )

- ¡Jamie Hills! ¿Cómo has estado? - me dijo cálidamente Angela cuando entré en su despacho.
- ¡Angela, tengo tantas cosas que contarte! No me lo vas a creer...
- Bueno, los medios ya se enteraron. No te llamé porque pensé que querías un poco de intimidad. En estos días estuve pensando mucho en ti, ¿ya estás mejor?
- No voy a decirte que no sigo dolida, es como si me hubieran arrancado una parte del corazón, pero Billie tiene razón, debo hacer algo con mi vida.
- ¿Siguen juntos?
- ¡Por supuesto! En este tiempo de dolor creo que nos unimos más que nunca, por más que hayamos tenido algunos altibajos...
- ¿Sabes por qué Jinny nació... muerta?
- Si te lo digo no vas a creerme...
 Le conté todo, aunque le dije que la certeza al 100% no la tenía, no se me ocurría otra persona capaz de hacerme eso, y yo me cuidaba muchísimo en las comidas.
- ¡Es una perra, una reverenda...!
- Lo sé, Angie, lo sé. - le dije conteniendo la ira.
- ¡Tenemos que hacer algo!
- ¿Y qué podemos hacer? - suspiré.
- Se me ocurren muchas cosas. - dijo con su típica cara diabólica.
- Angie, antes de que trames cualquier venganza, quiero decirte a qué vine, ya no me aguanto.
- Dime, ¿qué necesitas?
- ¡Quiero mi trabajo de vuelta! Por el momento no quiero afrontar otro embarazo y tengo que estar ocupada en algo.
- ¡Pero claro! No tenemos tantas entrevistas con los reyes de la música desde que te fuiste, es como si escaparan de la revista, ¡bienvenida nuevamente!
- ¡Gracias, Angie! Esto va a ayudarme mucho.
- ¿Billie está de acuerdo?
- Sí, él mismo me lo propuso. Me había puesto un poco ninfómana con él y creo que ya lo tenía cansado de estar todo el día sin hacer nada - dije poniéndome colorada.
- ¡Audrey! - rió.
- Canalizaba toda mi angustia y energía en el sexo... era extraño.
 Angela y yo nos quedamos charlando el resto de la tarde, mientras yo hacía una crítica de algunas bandas que recién estaban surgiendo. Distraerme era bueno, Billie tenía razón.

(  N a r r a  B i l l i e  )

 Llegué a casa luego de un largo día de ensayo. Tenía la garganta que no me daba más y lo único que quería hacer era tomarme un gran vaso de agua. Al entrar vi a Audrey mirando la televisión. Estaba vestida, y apenas se había dado cuenta de que llegué. ¡Volvía a ser la misma, gracias Dios mío! Me acerqué a ella por detrás y le toqué los pechos.
- ¡Ay, Billie! ¿Qué haces? ¡Si serás pesado!
- ¡Gracias, de vuelta, gracias! - dije mirando hacia el techo.
- ¿Qué rayos te pasa?
- ¡Eres mi hermosa Audrey de vuelta! - me tiré en el sillón y empecé a besarla - Ahora dime una sola cosa para constatarlo, ¿quieres que vayamos a hacer el amor?
- Primero, estoy cansada - dijo apartándome - Segundo, todavía tienes que cenar...
- ¿Comida afrofiscíaca?
- ¡Una pizza comprada y te conformas!
- ¡Como te amo! - le di besos en toda la cara.
 La vi distinta, estaba feliz. Durante la cena se la pasó haciendo chistes y bromeando. Vi un destello en sus ojos, ese destello que la caracterizaba.
- ¿Cómo te fue hoy en Rolling Stone? - le dije mientras comíamos.
- ¡Me aceptaron, Billie! ¡Vuelvo a trabajar en Rolling Stone! - tenía la mirada de una niña pequeña con un nuevo juguete.
- Te felicito - la tomé de la mano fuertemente - Sabía que ibas a lograrlo.
- ¡Vamos! Si no fuera por ti nunca habría conseguido ese trabajo. Si no fuera por ti no hubiera conseguido nada. - me miraba a los ojos llena de amor, nunca antes me habían mirado así.
- Pero gracias a tu desempeño no te despidieron ni aunque yo lo haya pedido, ¿no te parece que así demuestras todo el talento que tienes? ¡Todo el mundo se muere porque lo entrevistes!
- Sigo pensando que es gracias a ti - me besó la mano.
- Nunca voy a olvidar cuando Jamie Hills se presentó en el evento de la revista. ¡Esa chica me hipnotizó! Había algo en ella que me atraía, y todo ese tiempo fuiste tú.
- Todavía recuerdo cuando entraste en mi oficina - le dije sonrojada - ¡No sabía cómo hacer para que no te dieras cuenta!
- No entiendo qué es lo que le vi a esa chica. Esta bien, eras tú, pero no lo sabía... Aún así... ¡Ay, esto es muy complicado para mí! ¡Consíguete un antifaz y vayamos a hacer el amor!
- Ni lo sueñes, Joe. Tengo que despertarme temprano mañana. - se levantó con la intención de lavar los platos sucios pero la tomé entre mis brazos y la subí sobre mis piernas.
- ¡Sólo un poco! - la besé.
- ¡No! Ya tuviste demasiado en este tiempo.
- ¡Pero Billie quiere más! - le dije con voz de bebé.
- ¡Billie va a tener que aguantarse hasta el fin de semana!
- Recién es martes - le dije preocupado.
-  O hasta que me acostumbre al nuevo horario. - me besó.
 Poco a poco nuestras vidas iban volviendo a tomar color.

(  F i n  D e l  C a p í t u l o  O 8 / 3 2  )

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