martes, 27 de diciembre de 2011

~ Restless Heart Syndrome ~ (Billie Joe Fanfic)

~ Capítulo 12: Amor ~

(  N a r r a  A u d r e y  )

 Desperté en los brazos de Billie. Era tan cálido. Levanté la vista y pude notar que él ya estaba despierto.
- ¿No tienes que ir a trabajar? - me susurró.
- Hoy no, es sábado. - le dije bostezando.
 Nos quedamos mirando como quince minutos, sin emitir una sola palabra, felices de tenernos el uno al otro.
- Audrey... - susurró - Te quiero, te quiero y mucho.
- Yo también te quiero, Billie. - lo abracé.
- Audrey, te prometo que lo de ayer no va a volver a repetirse nunca, yo estaba borracho y... - me tomó de la mano - Y teniéndote a ti no necesito a nadie más para ser feliz.
- Lo imaginé, conociéndote a la primera foto hubieras abandonado el club al instante.
 Me quedé abrazada a Billie un rato más. Me sentía tan culpable, él ni se imaginaba en lo que tenía pensado hacer para poder tener un cargo más importante en Rolling Stone. Igualmente, eso había quedado en el pasado. No quería herir a Billie, él era todo para mí. La señorita Dickens tendría que encontrarse otro informante, yo no iba a participar de semejante atrocidad.
 Pasamos el resto del fin de semana pasando juntos cada minuto que podíamos. Billie era el novio perfecto, nunca me había sentido así con nadie. Además nos entendíamos muy bien. A Billie se le había muerto su padre, y a mí el mío. Mi papá era el padrastro de Mike, murió cuando yo tenía dos años. Desde entonces viví siempre con mi abuela, hasta que cumplí los 21. Aunque Mike y yo no fuéramos hermanos de sangre, él siempre me visitaba y nuestra relación sigue.
 El domingo en la noche, Billie y yo no le hicimos caso a mis horarios de trabajo y tuvimos sexo hasta la madrugada. Cuando llegó la hora de levantarme él comenzó a regar que me quede.
- Por favor - me susurró - Quédate conmigo, no voy a dejar que te vallas - me abrazó tan tiernamente que consideré quedarme en la cama.
- No, Billie. - le dije apartándolo - Tengo que ir a trabajar.
 Le di un beso y me cambié y tomé un desayuno rápido. Cuando llegué a la oficina, las cosas estaban más tensas de lo que esperaba.
- ¿Todo el fin de semana y nada? ¡Audrey, esto es una despeción! ¡¿Estás segura que mereces trabajar aquí?!
- Sí, señorita Dickens, pero entienda que no puedo seguir al hombre como si fuera una detective. Él está en su apartamento y yo en el mío.
- Como digas, sólo espero que trates de conseguirme algo antes de la próxima semana.

(  F i n  D e l  C a p í t u l o  1 2  )

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