jueves, 15 de diciembre de 2011

~ The Only Hope For Me Is You ~ (Gerard Way Fanfic)

~ Capítulo 5: Los hermanos Way ~

 (  N a r r a  M a c y  )

 Gee y yo no parábamos de mirarnos. A él no le molestaba que siguiera tomándole el rostro con las manos, en absoluto. Era extraño, nunca antes había estado así con un chico. ¿Qué sentiría él? Ni yo sabía lo que sentía, era una sensación rara. Gerard tomó mi rostro entre sus manos y comenzó a acariciármelo. Había empezado a acercarse cada vez más, hasta que...
- ¿Interrumpo algo? - dijo un chico que había entrado a la enfermería. Era unos dos o tres años más chico que nosotros, y muy parecido a Gee.
- No, para nada - respondió Gerard nervioso, apartándose de mí - Macy me ayudó a curarme una herida...
- Hola, soy Mikey, - dijo amablemente - el hermano de Gerard. Nunca había oído hablar de ti, ¿hace poco que se conocen?
- Eh... desde el sábado por la mañana. - respondí.
- ¡Ah! Debes ser la chica de la camiseta de The Misfits. ¡Amo esa banda!
- Sí, son fenomenales. - acoté.
- Este... ¿Gerard? - preguntó Mikey - ¿A qué se debe el desastre de hoy?
- La rata de Austin MacCandless se metió con Macy, y solamente salí a defenderla.
- Menos mal que solo fue eso, sino a mamá le agarraría un ataque, no haces más que meterte en problemas.
 Mikey se despidió de Gerard y él y yo fuimos a nuestras respectivas clases. Dentro del aula no la pasé muy bien, me tiraban papeles o me decían cosas hirientes. Dadas las circunstancias no tenía espacio en mi mente para preocuparme por eso, estaba concentrada en lo que había pasado con Gerard. ¿Me gustaba Gerard? Él era mi amigo, no podía gustarme. Sin embargo cada vez que lo veía pensaba lo extremadamente atractivo que era. A ver, Macy, deja de pensar en Gerard Way y pon atención a la clase.
 Cuando salí de clases Gerard y Mikey estaban esperándome en mi casillero.
- ¿Quieres venir a casa a ver unas pelis? Mamá no tendrá problema. - me invitó Mikey.
- ¡Sí, suena genial! Además mi papá trabaja hasta tarde, así que no voy a tener que depender de que me deje o no.
 Gerard, Mikey y yo caminamos hasta su casa. Cuando llegamos su madre nos recibió muy cálidamente.
- Gerard y Mikey no suelen traer muchos amigos a casa, mucho menos chicas. Me alegra tenerte aquí.
- Gracias, señora - dije sonriendo.
 Los hermanitos Way me invitaron a sentarme en el sofá y pusieron una película de terror.
- ¡Ay, chicos, estas películas son un asco! ¿No tienen ninguna de guerra o drama? ¡Esas son mis favoritas!
- Para mí que lo dices porque tienes miedo de asustarte. - dijo Gerard con una mirada desafiante.
- ¡No es cierto! - grité cruzándome de brazos.
- Eh, chicos, yo voy al baño. Sigan viendo la película, total ya la vi como treinta veces.
 Mikey se fue y Gerard y yo quedamos solos en el sofá. En todo el trayecto de la escuela hasta su casa nos habíamos comportado como lo que éramos: amigos. Pero hay que agregar que ahí estábamos con Mikey, y estando los dos solos se hacía más complicado, o al menos para mí. Como cereza del postre una escena escalofriante se apoderó de la pantalla y yo me puse tensa al instante. Esto de las películas de terror no se me daba muy bien. Gerard lo notó y me rodeó con el brazo, atrayéndome hasta él. Yo también lo abracé, y me quedé dormida.
 Como dos horas después me desperté en una cama desconocida. Era para una persona, y el cuarto estaba de lujo. Pósters de The Misfits, The Offspring, Iron Maiden y bandas por el estilo decoraban todas las paredes. Gerard estaba sentado en un sofá leyendo un cómic.
- Ya era hora de que te despertaras - dijo - ¿Tan aburrida te resultó la película?
- No es eso, - dije riendo - es que estoy cansada por la mudanza y la escuela, fueron demasiadas cosas para tres días.
- ¿Quieres volver a tu casa a seguir durmiendo?
- Si no te molesta... agradezco mucho que me hayan invitado y de veras lamento haberme quedado dormida como una idiota.
- No lo lamentes, a cualquiera puede pasarle.
 Gee me acompañó hasta casa y, como cualquier persona educada haría, lo invité a pasar.
- No quiero molestarte mucho tiempo - dijo - Sé que estás cansada.
- No te hagas problema, Gee, con recostarme en mi sofá ya estaré como nueva - y así lo hice, dejándole un pedazo libre para que se siente.
- Qué hermosa mujer, ¿es tu mamá, verdad? - preguntó tomando un retrato de ella - Nunca hablas de ella...
- Eh... sí, es que es... complicado.
- ¿Están divorciados tus padres también?
- No, no. ¿Los tuyos sí?
- Sí, no se llevaban muy bien. La pasé mal cuando se separaron, no fue fácil.
- Oh, Gee. - me moví hacia donde estaba él y lo abracé.
- No te preocupes, ya lo superé. Tú tienes suerte, tienes a tus padres juntos...
- Sí, tengo mucho suerte... - susurré.
- Pero en serio, ¿por qué nunca hablas de tu mamá?
- Está... de viaje de negocios. Todavía no conoce la casa de Belleville, así que no la tengo muy asociada con esta vida...
 Gee pareció creerme. Yo no quería que supiera que mamá estaba muerta, no sé por qué, pero me molestaba hablar de eso con gente con la que no tenía la máxima confianza.

(  F i n  D e l  C a p í t u l o  5  )

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