martes, 27 de diciembre de 2011

~ Restless Heart Syndrome ~ (Billie Joe Fanfic)

~ Capítulo 18: Problemas ~

(  N a r r a  A u d r e y  )

- Al parecer puedo conservar un trabajo aunque Billie Joe Armstrong no quiera. - le dije con malicia - Y precisamente porque no quiero que me hagas perder el trabajo voy a invitarte a sentar en mi escritorio y que lo más pronto posible me digas para qué viniste.
 Me miró mal y se sentó, yo hice lo mismo y lo miré expectante mientras me tomaba un rico café.
- ¿Y bien?
- Voy a ser directo, necesito saber algo de esa Jamie Hills, ¡no puedo sacarla de mi mente!
 Se me volvió a parar el corazón. ¡¿Por qué estas cosas me pasaban a mí?! Traté de no mostrar mi incomodidad y fui lo más sutil que pude.
- Sinceramente sólo sé que Jackson la contrató para la fiesta de Rolling Stone y que a todo el mundo le encantó... espera, ¿estuviste en la fiesta? - le pregunté extrañada.
- Sí, me invitaron. ¿De verdad que no sabes nada de Hills?
- No, ¿por qué quieres saber de ella?
- Va a sonarte estúpido, pero desde que la vi que no puedo sacarla de mi mente... - se expresión cambió totalmente. - Es como un ángel.
- Billie, esto es morboso, ¿no te parece? Pregúntale a Angela, ella sabrá asesorarte mejor que yo. - me levanté de la silla y le abrí la puerta en señal de que se valla. - La puerta del fondo te llevará a su oficina.
 No dijo ninguna palabra, hasta que pasó al lado mío.
- Yo sí te quería, Audrey. Pero se ve que me equivoqué contigo.
- ¡Basta, Billie! - le dije odiándome a mi misma aunque sea por un segundo - ¡Las cosas se dieron así, olvídate de mí!
 Él se fue de la habitación y yo me derrumbé contra mi silla. La culpa empezaba a venir lentamente. Pero no, basta, no podía sentirme culpable ahora. No iba a recuperar nada... además, comparado con todo lo que tenía ahora no estaba perdiendo mucho, ¿o si?
 Angela le metió el verso a Billie de que no tenía ni idea de quién había conseguido a Jamie Hills, y le dio una charla tan envolvedora que pareció salir contento. Cuando se fue me dijo que me quedara tranquila, porque ni el mismo Jackson se arriesgaría a decirle a Billie la verdadera identidad de Jamie Hills.
 Esa noche cuando llegué a casa sentí un pequeño dolor en el estómago. Por favor, Dios, que sea lo que yo pienso, sino... mi vida estará arruinada.

(  F i n  D e l  C a p í t u l o  1 8  )

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