jueves, 15 de diciembre de 2011

~ The Only Hope For Me Is You ~ (Gerard Way fanfic)

~ Capítulo 6: Basta ~

(  N a r r a  M a c y  )

 Gerard se quedó un par de minutos más y se fue. Yo corrí a la ducha, antes de descansar en mi cama o en mi sofá debía despejar mis ideas en el baño. El agua siempre me reanimaba, y hacía que pudiera pensar las cosas con más calma. ¿Acaso me gustaba Gerard? Sí, me gustaba, y mucho, pero no sé si a él le gustara, es difícil imaginárselo con una chica.
 Salí del baño ya con mi pijama puesto y vi a mi papá entrar.
- ¿Cómo te fue hoy en el trabajo?
- Bien, sacando la llamada de tu psicóloga escolar, ¡¿en qué estabas pensando?!
- Papá... - dije sorpendida - yo... yo puedo explicártelo.
- ¡No hay nada que explicar! ¡¿Cómo vas a pegarle a un compañero?! ¡Yo no te eduqué así!
- Pero papá... él me besó por la fuerza e intentó sacarme la camiseta, Gerard quiso defenderme y...
- ¡Ah! ¡Ya me parecía! ¡La culpa es toda de ese Gerard!
- ¡¡¡Papá!!! ¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡Gerard se enfrentó a Austin por mí!
- ¡Una persona con sentido común hubiera llamado a un directivo escolar!
- ¡Él hizo lo que pudo! ¡Eres tan cerrado, papá!
 Corrí hacia mi habitación, cerré la puerta con llave y me recosté sobre mi cama sin parar de llorar. ¿No entendía que Gee sólo había querido ayudarme? Además él no me obligó a pegarle ni nada. Escuché que papá golpeaba mi puerta fuertemente.
- ¡Macy! ¡Sal de ahí!
- ¡No quiero! ¡Vas a seguir criticando a Gerard!
- ¡Él es una mala influencia para ti!
- ¡Que no! ¡Tú eres el que no entiende las cosas! ¡Gee es mi amigo, el único en la escuela, junto con su hermano, que me valora y quiere por lo que soy!
- ¿Así que su hermano también? ¡Te prohíbo que veas a los dos!
- ¡Papá, por favor escúchate!
- ¡Nada de eso, Macy! ¡No quiero enterarme de que estuviste con ninguno de esos chicos!
 Se fue. Yo seguí llorando, hasta que me quedé dormida. A la mañana siguiente desperté y papá no me dirigió la palabra. Yo tampoco lo hice, estaba demasiado dolida por todo lo que había pasado.
 Cuando llegué a la escuela todos me miraron raro, en especial los chicos del equipo de fútbol y las porristas. Yo estaba demasiado triste por lo que me había dicho mi padre para preocuparme por esos tontos. Vi a Gerard a unos metros saludarme con la mano y le respondí con una sonrisa melancólica.
- Gee - susurré.
- ¿Qué te pasó? Parece que te hubiera aplastado un tren, ¿te encuentras bien?
- Sí, sólo discutí con mi padre, eso es todo, no te procupes.
- Ya se arreglarán, se ve que tu papá es un buen hombre. - Gerard sonrió, y yo le devolví la sonrisa. Ni siquiera se imaginaba lo que mi padre pensaba de él.
 Gee y yo caminamos un rato por los pasillos, hasta que alguien nos detuvo.
- O sea, ¿no tienen vergüenza? Lastimaron a mi pobre Austin. - Una chica rubia (no era natural, eso estaba claro) y con uniforme de porrista, seguida por dos "clones" nos paró.
- ¿Disculpa? - pregunté reprimiendo la risa.
- ¡Lo que escuchaste, subnormal! - miró la camiseta de Iron Maiden que me había puesto esta mañana - ¡Ninguno de los dos tenía derecho a lastimarlo así!
- En primer lugar... - comenzó a decir Gerard.
- Déjalo, Gerard. - lo interrumpí - Está celosa porque su novio quiso verme sin mi camiseta. - Lo tomé de la mano y seguimos caminando sin darle importancia a esas estúpidas.
- ¡Argh! ¡Esto no se quedará así! - escuché que gritaba la rubia loca.

(  F i n  D e l  C a p í t u l o 6  )

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