lunes, 26 de diciembre de 2011

~ Restless Heart Syndrome ~ (Billie Joe Fanfic)

~ Capítulo 8: Desepción ~

(  N a r r a  A u d r e y  )

 Pasé el resto de la tarde bastante aburrida. Billie no daba señales de vida y últimamente nos estábamos llevando bastante bien. No iba a llamarlo a su celular, seguramente estaría en algo importante para Green Day. Además ya está lo suficientemente grande como para cuidarse solo.
 A eso de las siete Mike llamó a casa. Atendí.
- ¿Billie? No sé nada, la última vez que lo vi fue cuando estaba entrando. Él justo salía del garage, así que no sé a dónde fue.
- ¡Teníamos un ensayo importantísimo! ¡Argh! ¡Olvídalo, si sabes algo de él llámame! - cortó.
 Suspiré y fui a ver un poco de televisión. Me miré algunas series, pero mientras pasaban las horas me preocupaba por Billie. Hice la cena para los dos, y aguanté hasta las doce sin comer por esperarlo a él. Llamé a Mike y a Tré, ninguno de los dos sabía nada.
 Decidí ir a dormir. A diferencia de Billie yo tenía que ir a trabajar al día siguiente, sólo esperaba que al despertar estuviera en su habitación.
 Cuando desperté eran las cinco de la mañana. Habían ruidos extraños, y no me refiero a ladrones. ¡¿Por qué demonios tenía que aguantarme a Billie teniendo sexo desenfrenado al lado de mi habitación?! ¡Hay un montón de ambientes en donde puede hacerlo y elige la habitación de el lado! Encima que no es la de él...
 Creo que ni él ni su "chica", por llamar a ese esperpento teñido de rubio platinado de alguna manera, se percataron de mi presencia en su habitación. ¿Y qué iba a hacer? No, tenía que volver a la cama. Esta no era mi casa y Billie tenía derecho a hacer lo que quiera. Di media vuelta y me fui a dormir, aunque se me hizo imposible conciliar el sueño. ¿Acaso me molestaba ver a Billie con otra chica? ¿Sería por el hecho de que había conocido a Adrienne unos años atrás, cuando yo apenas era una adolescente? Eran demasiadas emociones, así que preferí despejar mi mente. ¡Pero no podía! ¡Argh! ¡Maldigo a Billie y sus hermosos ojos verdes!

(  F i n  D e l  C a p í t u l o  8  )

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