~ Capítulo 4: Me deben una ~
( N a r r a A u d r e y )
Volví a casa. No tenía nada que hacer en el café. Además no quería de vuelta mi empleo, el señor Jones era un vendido. Me preparé un caldo instantáneo y me dediqué a insultar a Green Day en silencio.
Al cabo de unos minutos tocaron la puerta.
- ¿Quién es? - pregunté.
- ¡El vecino!
- No te hagas el gracioso, Tré. Ya los identifiqué, ¡¿qué quieren?!
- Disculparnos - dijo Mike - Y proponerte algo, después de todo te hicimos perder tu empleo.
Les abrí. Tal vez pudieran ayudarme.
- ¿Y bien?
- ¿Quieres venir a Washington con nosotros? - preguntó Billie.
- ¡¿Qué?!
- Sí, escucha, no nos meteremos en tu vida si no quieres, sólo te llevaremos. Allí tendrás muchas más posibilidades que en este pueblito.
- Les agradezco la oferta, pero yo...
- ¡Vamos, Audrey! ¡Allí conseguirás trabajo enseguida!
- Está bien - suspiré. - ¿Cuándo nos vamos?
- Mañana mismo. - dijo Mike.
Esto era demasiado. Hacer una mudanza a otro estado en menos de veinticuatro horas me sacaba de quisio. Pero los chicos tenían razón, en Washington iba a conseguir empleo. Además me lo debían. Por su culpa había descubierto que mi jefe era un estúpido que no sabía escuchar y me había quedado sin trabajo. Como los odiaba.
Al otro día Mike pasó a buscarme en una limo. Era demasiado para mí, ¿acaso no podía aceptar que yo era normal? Llegamos al aeropuesto y me encontré con Billie y Tré.
- ¡En auto llegaríamos en dos horas! ¡¿Hay necesidad de ir en avión?!
- Les dije, chicos. Mi hermana es una histérica. Acostúmbrense.
Ellos rieron y yo fruncí los labios en señal de enojo. Subí al avión resignada y me despedí de mi pueblo. Tenía toda mi vida allí, aunque no fuera la gran cosa , eran todos mi recuerdos.
- Audrey, ¿vas a vivir con nostros? - me preguntó Tré.
- Bueno, supongo que hasta que consiga un empleo y pueda pagar un alquiler sí... ¡pero después ya no más! ¡Vivir con ustedes debe ser devastador! Mike, ¿cómo es que tu esposa accedió?
- Eh, Audrey, creo que Mike no te explicó bien... - empezó a decir Billie.
- ¿Perdón? - ya empezaba a enfurecerme nuevamente.
- De hecho yo no vivo con los chicos... me mudé a Washington pero a una casa para mí y mi familia. Tré va a vivir con su primo y Billie es el que se compró el apartamento...
- ¡Genial! ¡Yo sola en un apartamento con Billie Joe Armstrong! Los paparazzis se van a pensar cualquier cosa, y voy a hacerme famosa en un dos por tres.
- ¡Tranquila, Audrey! ¡Nadie tiene por qué saber que Billie vive ahí! - trató de tranquilizarme Mike.
- ¡Mike, no sólo renuncié a mi empleo, sino a mi contrato de alquiler! ¡Dejé toda una vida atrás para poder hacer mi propia carrera, y ahora todos van a pensar que salgo con Billie!
- Tranquila, nadie conoce mi casa...
- ¡Eres Billie Joe! ¡El cantante más famoso del momento! - comencé a llorar - ¡No tengo otra opción que quedarme contigo! ¡El poco dinero que me queda no será suficiente para un nuevo alquiler en el pueblo! ¡Argh, los odio!
( F i n D e l C a p í t u l o 4 )
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