martes, 27 de diciembre de 2011

~ RHS 2 ~ (BJ's Fanfic)

~ 2.01 / Capítulo 25: Billie, Billie y solamente Billie ~

(  N a r r a  A u d r e y  )

 La vida con Billie era fantástica. Pasábamos todo el día juntos, no nos separábamos ni un minuto. Lo acompañaba a los ensayos, a los conciertos e incluso me dejaba ir a las grabaciones. Era el novio perfecto. Además me daba todos los gustos y soportaba todos mis antojos. Claro, hay que agregar que la comida no era mi principal necesidad, yo canalizaba por otro lado.
- ¡Ay, Billie, mira esa remera! ¡Es tan hermosa!
- Sí, y costosa también.
- ¡Vamos, eres Billie Joe Armstrong! - le hacía ojitos tiernos y lo derretía.
- Está bien, pero vas a tener que usarla después de bebé porque con esa panza no va a entrarte nada.
- ¡Ya no veo la hora de que nazca!
- Tampoco yo, es como un sueño. Nunca me imaginé formando una familia tan pronto, es decir, luego del divorcio. Recuerda que estás con un viejo de cuarenta años, que ya vivó mucho tiempo. - me dio un beso.
- No estás viejo. Puede ser que tengas cuarenta, pero pareces de mucha menos edad. Es como si cada año que crecieras te pusieras más joven. - le di un beso en la nariz. - ¡Ay, Billie, olvida la remera! ¡Hay un nuevo negocio de ropa en la esquina! - lo tomé de la mano y salí disparando al comercio.
 Billie me paró con su evidente fuerza superior a la mía y comenzó a besarme en el medio de la calle. Fue como un beso de esos de película, donde todo el fondo se pone borroso y lo único que se ve con alta definición son los protagonistas.
- Billie, podrían vernos. - le dije avergonzada
- ¿Y qué? ¿No puedo besar a la mujer que amo cuando yo quiera?
 En eso un paparazzi nos iluminó con el flash de su cámara.
- ¡Billie, Audrey! ¡Una para Rolling Stone!
- Tienes razón, - le dije - tienes todo el derecho del mundo.
 Lo tomé de la bufanda y lo besé aún más románticamente que antes. La gente que pasaba nos miraba con asombro, pero no nos importaba. Éramos felices siendo nosotros mismos.
 Ya había pasado un mes y yo tenía ocho hermosos meses de embarazo. Estaba tejiendo una mantita para nuestra hermosa Jinny - sí, iba a ser una niña - cuando Billie me sorprendió.
- ¿Podemos hablar, preciosa?
- Sí, - dejé el tejido de lado y lo miré - ¿qué pasa?
- Mi agente quiere que este fin de semana toquemos en New York.
- ¡Eso es sensacional, amor!
- Es que yo quiero que me acompañes, no quiero arriesgarme a que tengas el bebé sola.
- Tranquilo, amor, voy a acompañarte. Siempre y cuando no te moleste.
- ¡Para nada! - volvió a besarme como lo hacía siempre y se fue a hablar con los chicos de Green Day para arreglarlo todo.

(  F i n  D e l  C a p í t u l o  2.O1  )

No hay comentarios:

Publicar un comentario