miércoles, 14 de diciembre de 2011

~ The Only Hope For Me Is You ~ (Gerard Way fanfic)

~ Capítulo 2: Gerard ~

( N a r r a  M a c y )

- ¿Te gustan The Misfits? ¡Es una de mis bandas favoritas! - exclamó Gerard - ¡Eres la primer chica que conozco que le gustan!
 Miré a Gerard. Él también llevaba una camiseta de The Misfits.
- ¿Si me gustan? ¡Me encantan! Paso todo el día escuchando sus canciones. - Me brillaban los ojos. En New York ni siquiera Karl y Jessica escuchaban a su banda favorita. - ¿Cuál es tu canción favorita?
- Eh... es difícil elegir una, pero creo que Helena es la que más me gustan
- ¡Helena es mi favorita también! - Yo había empezado a hacer algo que no hacía hace ya mucho tiempo: sonreír. - ¡Cielos, Gerard no puedo creerlo! - éste rió.
- ¿Por qué lo dices?
- Es una larga historia... - suspiré - Seguramente voy a aburrirte.
- Nada de eso. Hay un parque aquí cerca, ¿quieres acompañarme?
 Y así lo hice. Fui con Gerard hasta el parque y nos sentamos en un banco. Le conté todo lo que vivía en mi anterior escuela. Gee me escuchaba atentamente, sin interrumpirme, era muy educado. Yo hablaba sin parar, era como si él fuera mi psicólogo. Me sentía extremadamente cómoda con él. Cuando por fin terminé él se quedó un momento callado, hasta que por fin me dirigió la palabra.
- Es una suerte que hayas venido a Belleville entonces. - dijo sin apartar la mirada de mis ojos. - Aquí está lleno de gente tan mierda como allá, vivo diariamente lo que tú vivías en New York, pero ahora te tengo a ti.
- ¿A ti también te molestan?
- Sí, por las mismas razones que a ti. Me gusta mucho escuchar a The Misfits y bandas del estilo, como Social Distortion o Ramones. Los demás chicos me insultan y escupen por tal motivo. No entiendo por qué son así, yo no les hice nada.
- Así es la sociedad, está podrida. - dije llena de ira - Por suerte quedan muchachos como tú.
 Gerard sonrió y yo también. Era muy cálido. Tenía diecisiete años, yo dieciséis. Éramos como clones, a ambos nos gustaban las mismas cosas. Él tenía el cabello negro y unos enormes ojos verdes. De cuerpo era gordito, pero aún así se veía extremadamente apuesto, el negro le sentaba genial. Dejé de observar a Gerard cuando un bocinazo me distrajo. Era mi papá, ¿qué diablos querría?
- ¡Mace! - gritó saliendo de la camioneta - ¡¿Dónde te habías metido?! ¡Me dio un susto de muerte, creí que te habías...!
- ¡Sí, ya sé lo que creíste! - le grité tratando de evadir el tema - ¡Sólo estaba hablando con mi nuevo amigo Gerars, eso es todo! - Gee hizo un gesto de saludo con la mano, el cual mi padre ignoró por completo.
- ¡Por favor no vuelvas a darme otro de esos sustos! Ahora volvamos a casa.
- ¡No quiero! - le dije furiosa - ¡Siempre tengo que hacer todo lo que me dices!
- Macy, ve con él - me susurró Gerard - Se lo ve triste.
 Me paralicé al escuchar lo que Gee me decía. Tenía razón. Papá y yo no habíamos hecho otra cosa que no sea pelear desde que mamá había muerto. No nos habíamos demostrado estar unidos. Él era mi padre y lo amaba a pesar de todo. Largué uno de mis suspiros y antes de que mi padre pudiera contestarme le dije:
- Deja, vayamos a casa, sólo déjame despedirme de Gerard. - mi padre se sorprendió y dio media vuelta hacia el auto. - ¿Volveré a verte? - le pregunté a Gee.
- Depende, ¿irás a esta escuela? - señaló el edificio que estaba delante del parque.
- Sí, ¿por qué?
- Entonces nos vemos el lunes, Macy. - empezó a caminar y me fue saludando con la mano y así lo hice yo. Vi como se alejaba unos segundos y fui hasta el auto. Papá y yo teníamos que hablar.

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